3 SITUACIONES JODIDAMENTE COTIDIANAS QUE SUFRE UNX BAJITX

Antes que nada, sé que hoy iba una nueva actualización de mi "diario" sobre los avances de mi novela, pero en el día de hoy se me ha complicado, y no he podido escribir nada, ni para el blog ni para el manuscrito, así que me disculpo de antemano por esto, pero os traigo un ¿"Monologo"? ¿Lo podría llamar así?

HACIA DELANTE, HACIA ATRÁS.

Os presento esta situación. Vas a tu nevera y te das cuenta de que debes ir a hacer la compra. Una situación cotidiana, normal, sin dificultad alguna. Sales de tu casa, con tu carrito, pensando en tus cosas y se te presenta tu enemigo. Puertas automaticas, con sensor de movimiento ¿Qué debería salir mal? Ves a todo el mundo entrar, felicidad absoluta y... se cierran en tus narices, así como que se abre cuando a ella le da la gana, no cuando nota que existes. No, no soy pelirroja, tengo alma.

Reculas, lo vuelves a intentar, desistes, pero recuerdas que nunca haces eso, que no te rindes, que eres un luchador o luchadora de metro y medio, pero de armas tomar, hasta el punto de que te lo tomas en serio y decides dar el paso.... pero nada. Te retiras, creyendo que otro día será el indicado. Has perdido la batalla, pero no la guerra.

EL DNI COMO SI FUESE UNA DAGA PIRATA

Esta situación se puede dar en dos contextos diferentes, cuando vas a una discoteca y no te toman en serio, o cuando vas a comprar el alcohol a una tienda. Prefiero centrarme en la segunda, porque ya no tengo vida social, y tres de cada cuatro veces, me sigue ocurriendo.

Entras en el establecimiento, con la intención de ir hacia la sección, te quedas mirando que vas a escoger, que vas a beber para ese día, y cuando miras a tu alrededor, cuatro dependientes y dos señoras, muy marujas por cierto, te miran mientras te juzgan. Cuando miras hacia delante, te das cuenta de que no llegas ni al cuarto estante. La gente cree que no tienes la edad, pero hay un documento que sí lo acredita. Te pones a buscar en el bolso, la mochila, los bolsillos, en el sujetador, en las bragas, en los calzoncillos, hasta en el dobladillo de la piel que forman tus quilos de más, pero no está.

Tomas una actitud adulta, tomas una botella, caminas hasta la caja, con aparente tranquilidad. Esperas, detrás de las dos marujas que te miran con mala cara, y tu les sonries, porque al ser joven debes ser respetuoso con tus mayores, aunque estos sean unos autenticos capullos. Es tu turno, pones las botellas y...

La dependienta, aunque levantes mucho la cabeza, sigue sin creerse de que tengas más de la edad permitida. 

SALIR DESNUDX A LA CALLE NO ES UNA OPCIÓN

Te pones un pantalón, no te cabe. Te pones una camiseta, media barriga fuera. Te quieres poner una chaqueta, pero no te abarca. Te haces ilusiones pensando que has crecido, pero cuando te das cuenta de que es a lo ancho y no a lo alto, pierdes tu poca fe en la vida. No pasa nada, tienes un día maravilloso por delante. Tomas tu bono de metro, tus cuatro chavos y te propones ir a una tienda.

Entras en esta, miles de prendas a tu disposicion, pero casi todas de ellas te quedan como un maldito saco de patatas. 

Alzas tu cabeza y a lo lejos la ves, la sección infantil. En medio del pasillo, como en la primera situación, empiezas a crear un nuevo baile. Que si paso para delante, que si paso para atrás. Piensas que es mejor idea irte a casa, pero has perdido toda la mañana para nada, algo dentro de ti sabe que si vuelves, te arrepentirás. Caminas con decisión, tomando unas gafas de sol y un sombrero, sin etiqueta. Haces el rídiculo, si, pero así no te reconocen.

Llegas, crees que nadie te ve, y empiezas a mirarlo todo. Pierdes la noción del tiempo, te sientes en tu sitio, hasta que escuchas tu nombre. La conversación se va para un lado, haces ver que la ropa no es para ti, si no para tu primo pequeño, de 3 años (Esto ha sonado a título clickbait de youtube) pero claro, la persona aunque no te hable, sabe toda tu vida, porque en un pueblo se sabe todo, y entiende que esa sección es para niños de 9 años. En ese momento sabes, que has perdido toda la dignidad.